Año Nuevo (con nueve días de usado)

Pasó Navidad y Año Nuevo, y recién ahora me he dado cuenta de que pasaron, cuando tuve que ayudar a mi papá a botar el árbol, porque ya estaba seco.
No me he hecho nuevas promesas este Año, porque cuando traté de hacer memoria, y no lograba recordar las promesas que debo haber hecho Años Nuevos atrás, resolví en que, una de dos: O simplemente tengo mala memoria, pero aún así llego a cumplir aquellas promesas a largo plazo, o que cuando me prometo a largo plazo, es tanta la distancia entre el tiempo que me olvido de hacerlo.
La verdad, al fin y al cabo, es que le tengo miedo a los Años Nuevos.

I've a theory about this -Cusack-
Creo que cuando comienza el Año y por ejemplo, uno esta de malas, o enfermo, o demasiado alegre, o con mucho trabajo, o salado, o en el estado anímico en el que te sientas...depende el cómo te irá el resto del Año.
Por ejemplo yo, me sentia un poco pesimista. No me prometí nada, ni fuí una de esas personas que pensaba en su interior ( Este Año 2006 será mío, cumplire tal y cual cosa... )
No se si pesimista, porque tampoco estaba pensando negativo, siemplemente no estaba pensando, simplemente era un día más para mi, aun cuando mi familia festejó y comió uvas y más Pavo (como si no fuera suficiente esa semana).

Sólo vi pasar las horas, como las de cualquier otro día, y saludé y abracé y me emborraché, sólo porque tenía ganas, mas no porque era Año Nuevo.

Hoy fuí a Nueva York, después de mucho tiempo.
Ya llevo tres Años y algo más visitando aquella ciudad por lo menos una vez al mes, y cada vez que voy, nunca dejo de admirarla desde la ventana del Bus, cuando regreso a casa, cosa que los "New Yorkers" no hacen nunca.
No se por qué, pero siempre me da melancolía cuando miro su silueta.
Es cómo mi vida, aunque sólo la he conocido tres años de mi la misma.
Es lo que representa para mí.
Tanta variedad? Pues no me importa mucho la variedad que encuentro dentro de esta ciudad, en realidad, lo que me importa es encontrar -dentro de esa variedad- a mi especie más cercana. El Perú.
Me encanta encontrar dentro de esa variedad, a mis iguales, a mis paisanos, vestimentas, comidas, músicas, gentes.
Me siento reconocida, me siento yo.

Hoy fuí a visitarla, y cuando regresaba en el subterráneo, me haló una música que se escucha dentro de mi sangre, corriendo por mis venas, y que entraba por mis oídos en ese momento. Eran waynos, tocados en Kena y guitarra al mismo tiempo por un sólo hombre.
Qué orgullo!
Qué llanto!
No, no me siento perdida, como derrepente muchos me quisieran saber.
Porque quizá hoy no sepa por qué camino andar, pero dentro de mí, ahí en donde suena mi música, sé la ruta a tomar.

Hoy ya son diez días nuevecitos, y siento que no he hecho nada útil con ellos. No importa, igual, es un año más, y tengo el resto de los 355 días después de estos, para trazarme metas a corto plazo y más alcanzables, y lograrlas sin excusa.