martes, agosto 15

Siete de Agosto, un lunes no muy caluroso

Me pongo el bikini con unos pantalones cortos, compro muchas botellas de agua y salgo rumbo a New York.
Me bajo en la parada ''Prospect Park - Brooklyn'' a eso de las dos de la tarde. Como algo al paso y me adentro en el parque.
La poca lluvia era símbolo de vida o el presagio a un afortunado hecho como sería el de ver tocar en vivo al -sin lugar a duda- Bob Marley del mundo hispano hablante (y en ocasiones francés y portugués también).


Es el fin de una gira internacional que comenzó hace poco más de un año en Europa, siguió por América del Sur y terminó en la capital del mundo, New York, en el Prospect Park de Brooklyn en donde hace 28 años se celebra el Festival ''Celebrate Brooklyn'' todos los veranos.

Manu no lo debe saber, pero yo estaba parada -fuera del escenario cercado- escuchando la prueba de sonido que fuera efectuada 6 ó 7 horas previas a su aparición ante las (aproximadamente) 10 mil almas, de las cuales las 5 primeras pertenecían a mis 4 amigos y yo.


Nos separamos e hicimos colas en ambas puertas ''porsiacaso''. Dicho y hecho, cierran una de las dos únicas entradas y rápidamente atiborramos el puesto de nuestra aliada en la otra fila. Hombres a un lado, mujeres al otro. Bolsos abiertos para ser chequeados y tickets a la mano. La emoción te invade y quieres entrar lo más rápido posible, pero te das cuenta de que más adelante que primeros no se puede estar.


El ticketero te devuelve la mitad de la entrada y corres a ocupar el mejor lugar, aunque es admisión general. Dejas tus cosas y corres hacia el baño, ya que no podrás hacerlo hasta el final del evento. Te quedas parado tratando de dominar el calor, hasta que miras hacia atrás y ves un mar de gente, entonces la banda telonera empieza.




Comienza el show al igual que las fallas técnicas

Abre "Plastilina Mosh", con su pop electrónico que fuera una de las primeras bandas latinas en colocar un video ("Niño Bomba") en rotación normal de MTV. El público empieza a dar una serie de saltos a modo de ''calentamiento'', muchos sin siquiera saberse las líricas, mas aún el DJ presenta ideas originales y triperas.
Aunque los mejicanos de "Plastilina Mosh" dieron una muy buena presentación y estuvieron a la altura como teloneros de Manu Chao, el público, ya con ganas de escuchar al ex vocalista de la cuasi mítica ''Mano Negra'', quien no tocaba desde el 2000 en escenarios americamos, empezaron a gritar ''MANU, MANU'' a lo que los Plastilina contestaron con cierto tono resentido: ''Manu is taking a shower'.
Después de varios viajes musicales y un poco de sudor acumulado tanto del público como de la banda, se rompe la cuerda de una de las guitarras. La gente sigue saltando. La cuerda es repuesta pero los problemas continúan, pues ahora el instrumento no muestra sonido aparente. Tratan el amplificador, el jack de la guitarra y nada, hasta que en la última canción y lejos de mi vista encuentran la solución al problema. La banda termina y se despide con su peculiar estilo.




Break

Nos sentamos -en el piso no más- descansando y reponiendo energías para lo que se viene.





Llega lo que se venía

Muchos concordarán conmigo al decir que es tan grande la emoción de ver tocar a Manu Chao en vivo -aquel músico que desde hace más de 20 años comenzara a adquirir reconocimiento por su idea de crear una verdadera ''World Music'', reuniendo así a músicos de Brasil, Argentina, Europa, cuyos temas cantan en más de 5 idiomas y retratan la vida en los ghettos, la inmigración e izquierdismo- que ni siquiera cabe en palabras.
De la misma manera la emoción afecta esporádicamente la memoria y nos hace dudar del título de la canción que rompiera con la espera del público de más de 4 años desde su última gira, hasta que inevitablemente la melodía invade nuestra cabeza, único refugio de recuerdos, para recordarnos el coro de la primogénita : ''Machine Gun... eh eh''.
Comienza a existir una clase de euforia calmada, la música enciende el alma del público, que corean las letras con la mirada, las manos alzadas y una danza que solo el reggae-latin-french-world-funk-rock- de Manu te da.
Sigue una inyección de adrenalina con ''Radio Bemba'', y si no saltas corres el peligro de ser aplastado por alguno que se quiere pasar de vivo y vino ''saltando'' desde la última fila. Llega la calma con algunas canciones más lentas como ''Mi vida'' e ''Infinita tristeza''. Regresa el enfermero Manu con la siguiente dosis de más adrenalina con su, ''Clandestino'', ''Desaparecido'',''El viento'',''Mala Vida'',''Me gustas tú'' y por supuesto ''Welcome to Tijuana''y''Mr. Marley''.
El público se muestra cansado hasta que es desmentido por un par de fanáticos que llegan a cumplir uno de sus sueños más salvajes subiendo al escenario y cantando abrazados de los artistas, logrando sus 15 segundos de gloria que ven su fin gracias a la manota del V.I.P. De pronto todos los fanáticos se bajaron (o los bajaron) hasta que se sube un tercero. Me parecen conocidas esas fachas, cabello rubio teñido, un jean, y una camiseta que acababa de abrazar horas antes, al saludar a mi amigo Paul... era el mismo!, Paul de Paterson, New Jersey!, abrazado de Manu y de la banda, y siendo al mismo tiempo defendido por el mismo Mr. Chao para que no cayera en manos de los V.I.P. Esta vez fueron 30 segundos, tiempo suficiente para subir nuestra euforia a 110%, y para corear las canciones más fuerte que cualquiera de los presentes.
No vimos más a Paul, luego de que bajara del escenario voluntariamente. El concierto estaba por acabar, o al menos así aparentaron los músicos, que se retiraron y volvieron a entrar más de 5 veces, tocando entre tanto ''Welcome to Tijuana'' en versión acústica y luego en una de las tantas despidiéndose con el clásico ''Y volver volver vover...'' y desde luego, que volvían...

De pronto ya todos sabíamos que esta sería la última vez que regresaran al escenario, ya que los cuerpos extasiados lo pedían de alguna manera. Fue así que los acordes de ''Radio Bemba'' comenzaron a crear un beat tan fuerte que nos brindaba la energía para saltar a pesar de la carencia de la misma.
Los ídolos dan las gracias, se retiran y los técnicos salen a abalanzarse contra la enredadera de cables, para asegurarse que el público no vuelva a corear ''otra otra'' y si es que lo hacen, la banda no tenga otra opción, más que quedarse en su camarín.
La ausencia del sonido resulta en un zumbido al oído dentro del que resuenan las canciones que fueran coreadas durante la velada, el cuerpo exhausto aún titila en cada parpadeo, los saltos, los gritos y los puños al aire, la garganta raspada deja lugar a las miradas para que ellas cuenten los hechos.
El mar de gente se abrió casi casi a la velocidad del mar Rojo, dejando atrás otro mar de botellas y bolsas. El sudor corporal se convierte en agua fría, después de que el calor de la masa de gente se expandió, pero la sonrisa sigue en los rostros, aún cuando no hay agua para tomar pero caminamos hacia el tren, rumbo al after party y seguimos sonriendo aún despues de pagar 10 dólares más para -supuestamente- ver tocar a Manu en versión acústica, en el Pier 17 de Manhattan, evento que nunca sucedió.

Pero la sonrisa sigue en los rostros y es que nunca nadie antes había hecho una canción tan bien plasmada y a la vez cargada de paz, contando las experiencias de los foráneos clandestinos que cruzan la frontera, o sobre los sueños, sobre la vida y la mentira.
Nunca, nadie, antes ni después podría llamarse Manu Chao más que aquel hombre pequeño que rompe las fronteras del mundo con sus únicas armas: la melodía y la fortaleza de sus letras, internas poesías hechas canción.

Autor:Fabiola Galindo
Editor:Juan Gomez


3 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

uno de los mejores de mi vida y esta describido aqui, pues que felicidad. me queda el placer de saber que manu nos dono dos boletas diciendo "dos por colombia" y que lo mejor fue que las disfrute con personas de todas partes del mundo. gracias manu, gracias radio bemba, gracias a todas las personas que unieron una voz en un cantar. luisa fernanda orozco

10:04 p.m.  
Blogger Javicho M. dijo...

la envidia puede ser muy sana al saber que tuviste la dicha de ver al gran Manu Chao...cuando lei el "break" me hiciste acordar las veces k iba a las tokadas aca en Lima...esperando a una mejor banda tocar...en mi caso, esperar a Inyectores, pero bueno...siempre es bueno saber k la pasas chvr...y es mucha mas gratificante saber que fue con el gran Manu Chao..

9:40 p.m.  
Blogger Faba dijo...

gracias por el comentario Luisa Fernanda , de hecho a todos los clandestinos nos dejo un sabor a esperanza!

warnercito.. somos bisnes:D

9:54 p.m.  

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