miércoles, mayo 4

Hay tantos caminos por andar… Dime si , tu quisieras andar conmigo?(2 de mayo)

Asi es, y hoy caminé algunos de ellos, sola.
Esta tarde salí a buscar trabajo porque ya no aguantaba más, todos los días venir a mi casa y hacer nada excepto contribuir con la crisis que estos dias estamos viviendo en casa.
Me sentí frustrada por sentirme frustrada. La primera frustración concistió en no poder tener dinero para pagar la cuenta de internet, ó los gastos de mi lavanderia, ó una tarjeta para poder ser felíz por 3 horas y 31 minutos. La segunda frustración concistió en darme cuenta de que a los 17 años de edad, me estaba frustrando por algo tán pero tán mundano cómo lo es el dinero. Porque por enésima e infinitestica vez, me doy cuenta adonde me lleva esta vida ordinaria que va en busca de necesidades que llamo "básicas".
Es cierto, son básicas en estos días. Lo son por el mismo hecho de verme privada de ellas… siento que me hacen falta.
Felizmente, fué solo hoy que me comporté materialista. Digo felizmente porque -hay que ser honestos- a veces es necesario reaccionar un poco y hacerle caso a las necesidades de nuestro lado "humano". Como lamentablemente diría Calamaro "No se puede vivir del amor".
Y no, no me confundas, no soy mediocre, sólo me gusta sentirme felíz.
Me gusta ver la tele, sentada en el suelo mientras sobo los pies de mi tía con una piedra Pómex, después de que ella haya dejado los mismos pies, en realidad poco callosos y mas bien diria suaves, remojando en agua caliente con shampoo durante casi 10 minutos y asi comienzo la session de un lunes por la tarde de hacerle el "pedicure". No me resulta incómodo todo esto, todo lo contrario y mucho menos cuando me da 10 dólares por practicamente haber pasado la tarde con ella.
Me gusta decirle a mi profesor de Fotografía que me recargue, el rollo recargable, de pelicula, para tomar fotos. Me resulta extremadamente sonrreible no tener que pagar nada y recibir todo para poder hacer lo que hasta ahora he descubierto, es lo que mas disfruto hacer en la vida.
Me gusta saber que soy un poco más paciente cuando no llega mi pizza en media hora, y no llamo para reclamar y hacerle la noche más difícil a la chica que me contestó el teléfono para tomar la orden, porque una vez yo fuí esa chica y tuve una buena(para mi, mala para el cliente) razón para explicar el por qué de la demora.
Me gusta esperar que la Luna salga y ser feliz.

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