martes, abril 26

Thong

Mientras pensaba en Cómo es que las palabras, cuando son dichas, su sonido les dá un significado que va mas allá de su propia linguística y gramática (H).
Las palabras son quizá, el invento mas raro, indefinido y bipolar que el ser humano ha podido crear. Será debido a su bipolaridad que las palabras pueden -como no pueden- necesariamente estar acompañadas de emociones.
Hay casos en los que el que las dice las siente tal y como quiere que el que las está escuchando las sienta. Aveces el que escucha percibe la emoción de lo dicho, pero esto, no sucede siempre.
Tambien hay casos en los que, las palabras que son oídas, carecen de emociones(son palabras deshonestas) pero aún así son sentidas porque aterrizan en un cuerpo en la espera de sentir... pongámoslo de ésta forma. Las palabras aterrizan en un cuerpo lleno de cajas cargadoras de emociones, pero que están vacías, a la espera que una emoción las llene, entonces no importa si las palabras no tiene emoción porque las ansias de la caja te han creado un nuevo sentimiento.

Es como unos besos en el cuello. Es la atmósfera lo que resulta en la exitación. Es la atracción por esa persona... el amor, el deseo, la luz bajita y cálida, la música quizá, las palabras, las caricias... te llevan a un escenario en donde tu cuello juega un papel importante, porque cuando menos te das cuenta, está más sensible que un láser que protege la bóveda de un banco, porque cuando menos te dás cuenta el beso que el te dió en el cuello expuesto, no sólo por tu desnudez, resultó en ésa explosión que sentiste entre tus muslos.

Pero bueno, venía pensando todo esto cuando estaba sentada, viajando en la wawa(bus pequeñito conducido mayormente por hispanohablantes) mientras sentía la flacidez de mis nalgas que se aplastaban contra ese asiento, y tal parecia que no llevaba nada puesto gracias a la combinacion de un thong con un vestido de tela de Pareo que me habia puesto. Pensé en el Matrix, y que quizá hoy había salido desnuda a la calle pero no era conciente de aquello. Sentí el llanto más engreíble del mundo; el de un bebé, deseé por un segundo llevar el tuyo en mi vientre hoy, pero me dí cuenta que la vida no es tan facil.

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